sábado, 31 de mayo de 2014

En esos tramos de la vida


 La vida, eso que  se nos otorga por la ley natural,  y que la casualidad de donde nos preparen la cuna decidirá, en buena  parte lo que será de nosotros, y que muy a pesar nuestro, no nos tratará  a todos igual. En algún tramo del difícil recorrido de la vida, la sociedad  echará un capote por medio de la enseñanza a los que se van quedando rezagados  y tratará, no con mucho entusiasmo, pero algo es algo, de igualar la balanza. Como dijo Poniatowska a ..."los ilusos, los destartalados, los candorosos"...
 Y para que  eso se haga realidad, hay centros con personas, enseñantes, que se dejan el alma en hacer que ese tramo de vida, de  chicos y chicas en esa edad especialmente conflictiva,   la mayor parte  de familias pobres, desestructuradas, escasos de normas,  y sin ningún interés por aprender,  les ayuden por lo menos, a superar lo que les venga detrás. Es esa otra parte de la enseñanaza que se conoce menos pero que importa tanto.
     
LLevo días queriendo escribir algo aquí, por la tonta idea de  que no pasara este mes sin tener ninguna entrada. Hoy, el último día del mes y en época de finales  de muchos cursos de enseñanaza, he descubierto que es verdad eso que se dice  de que los árboles no nos dejan ver el bosque, porque  ese "algo"  lo tenía  muy cerca de mí, y  quiero compartirlo  con ustedes.







"Hoy fue el último día de clase de mis alumnas de ACE. 
Los más cercanos a mí, sabéis que este ha sido un año bastante duro pues estas niñas tienen el temperamento tan grande y fuerte como su capacidad para querer (nos decía una de ellas hoy a otra profe y a mi: " no se como no se os ha caído el pelo del estrés..." refiriéndose a que no siempre se portaban muy allá con nosotras jejeje)
Ahora recordando como lloraban hoy al despedirse de nosotras y de sus compañeras, pienso en la intensidad de todo lo vivido durante el curso, y como, a pesar de los muy malos momentos que hemos pasado, se van con experiencias totalmente distintas a las anteriormente vividas, con la sensación de que pueden conseguir cosas si de verdad se lo proponen, con amigas que hoy lo siguen siendo porque resolvieron conflictos hablando entre ellas, con ganas de quererse más a sí mismas y muchísimas cosas más...
Yo también, a pesar de que creía que no llegaría a junio en mi sano juicio, también hoy le doy gracias a Dios por lo vivido con ellas. Porque he aprendido mucho de mi, de mis límites, de lo que soy capaz y de lo que no, y de que a pesar de que hayan sido capaces en alguna ocasión de sacar lo peor de mi, también han conseguido hacerme entender el amor incondicional al que debe estar dispuesto a dar un educador si de verdad quiere ver crecer a sus chavales. Ese amor incondicional que un xtiano debe regalar a los demás a pesar de que él no reciba lo mismo.
Hemos plantado semillas que no sabemos que fruto darán y que ni si quiera veremos crecer. Un trabajo que puede parecer poco agradecido, pero que tan solo con el Gracias y el abrazo de una de ellas hoy al despedirnos, me ha sabido a quince cajas de bombones de agradecimiento juntas"


Esto  escribe mi hija en su muro de FB, psicóloga, profesora de ACE, en el Centro Juvenil  "Las Naves", de  Alcalá de Henares. Una de los muchos docentes  que en estos días tendrán sentimientos parecidos.

ACE:  Aulas de Comprensión Educativa, de la Comunidad de Madrid.  

Purificación.
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