"Aquella fue la única vez que le oí decir a Atticus que ésta o aquella acción fuese pecado, e interrogué a miss Maudie sobre el caso. -Tu padre tiene razón -me respondió-. Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor".
Es sólo un apunte por mi parte, un recuerdo antes de que acabe este año, 2012, en que se cumple el cincuentenario de esta maravillosa película, basada en la novela que Harper Lee, había escrito tan solo dos años antes.
De mis lecturas de adolescencia, uno de los libros que me emocionó y que no olvidé, fue "Matar a un ruiseñor". Después, la película, esa otra manera de contar historias, que añadió más emoción si cabe, a esta historia contada con la inocencia y el desparpajo de Jean Louise Finch, para todos Scout, acompañada de Jem, su hermano mayor, los dos hijos del protagonista; el abogado, Atticus Finch, un hombre viudo que hace lo que puede por aducar a sus hijos con la inestimable ayuda de Calpurnia, su criada y que lucha por imponer la justicia en una pequeña comunidad de Alabama. Y a las dificultades que se enfrenta cuando tiene que investigar un caso con marcados tintes raciales.
"...Las manos de mi padre estaban debajo de mi barbilla, subiendo la manta y arropándome bien.
-La mayoría de personas lo son, Scout, cuando por fin las ves.
Atticus apagó la luz y se volvió al cuarto de Jem. Allí estaría toda la noche; allí estaría cuando Jem despertase por la mañana."
Es sólo un apunte por mi parte, un recuerdo antes de que acabe este año, 2012, en que se cumple el cincuentenario de esta maravillosa película, basada en la novela que Harper Lee, había escrito tan solo dos años antes.
De mis lecturas de adolescencia, uno de los libros que me emocionó y que no olvidé, fue "Matar a un ruiseñor". Después, la película, esa otra manera de contar historias, que añadió más emoción si cabe, a esta historia contada con la inocencia y el desparpajo de Jean Louise Finch, para todos Scout, acompañada de Jem, su hermano mayor, los dos hijos del protagonista; el abogado, Atticus Finch, un hombre viudo que hace lo que puede por aducar a sus hijos con la inestimable ayuda de Calpurnia, su criada y que lucha por imponer la justicia en una pequeña comunidad de Alabama. Y a las dificultades que se enfrenta cuando tiene que investigar un caso con marcados tintes raciales.
"...Las manos de mi padre estaban debajo de mi barbilla, subiendo la manta y arropándome bien.
-La mayoría de personas lo son, Scout, cuando por fin las ves.
Atticus apagó la luz y se volvió al cuarto de Jem. Allí estaría toda la noche; allí estaría cuando Jem despertase por la mañana."
Matar a un ruiseñor. Harper Lee. (1960)
Premio Pulitzer 1961.
Se dice que la autora, en este libro le hace un guiño a su amigo de juventud Truman Capote, que le inspiró el personaje del amigo de los niños, y un homenaje explícito a su padre.
También se dijo en su momento, que en el rodaje tuvieron dificultades cuando en el encuadre tenían que aparecer la altura elegante de Gregory Peck y la pequeña estatura de la encantadora niña que encarnaba a su hija.
Gregory Peck; famoso actor e interprete de un sinfín de películas, a pesar de haberse metido en la piel de multitud de personajes, a mí siempre me recuerda a la figura de Atticus Finch, en el porche de su casa, sacando el reloj del bolsillo del chaleco de su impecable traje gris...
Es de suponer que sin el libro no hubiera existido la película, pero es claro que la película (cosa no muy habitual) engrandeció al libro.
Gregory Peck; famoso actor e interprete de un sinfín de películas, a pesar de haberse metido en la piel de multitud de personajes, a mí siempre me recuerda a la figura de Atticus Finch, en el porche de su casa, sacando el reloj del bolsillo del chaleco de su impecable traje gris...
Es de suponer que sin el libro no hubiera existido la película, pero es claro que la película (cosa no muy habitual) engrandeció al libro.
La película lleva el mismo título que la novela "Matar a un ruiseñor" y se rodó en 1962.
Obtuvo 3 oscars; mejor actor, Gregory Peck. Guión adaptado, Horton Foote. Dirección artística, Robert Mulligan.
En el mes de abril de este año, el presidente Obama, rindió homenaje a esta gran película en la Casa Blanca, por cumplirse el medio siglo de "Matar a un ruiseñor".
Foto del film: Internet.
P. Merino.
Por si fuera conveniente, para la sección de "nuestras lecturas" de -La Acequia-, de Pedro Ojeda.
Foto del film: Internet.
P. Merino.
Por si fuera conveniente, para la sección de "nuestras lecturas" de -La Acequia-, de Pedro Ojeda.